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Category Archives: panico


Pintura de René Magritte

I

Todos los días la misma rutina
Sentarme a escribir sin caligrafías
Intentando contar historias ajenas
Mientras un microclima extraño
Mantiene mi vida a bajo cero

Es posible que mañana decida llamarte
Y te proponga tomar un café

II

Contaminación significa Apocalipsis
Catástrofe climática
Mas en Kioto y Copenhague
No invitaron a Murakami
Ni a Mishima

La lluvia ácida cae sobre los icebergs
Sofocándolos
Y se precipitan al océano
Buscando refugio en sus playas

III

Amar, tu olvido congela la memoria
Amar, mi herida supura vacíos
Amar, tenerte y no tener nada

Amor, te lo llamaré siempre

IV

Concluyen los tiempos
De agitar banderas

La nostalgia destila ironía
Y las mentiras esparcen cadáveres
En un funeral globalizado

V

Salve mi amada Laura
Limpia de corazón
Del que emana
Una moralidad ambigua
Circunscrita
A un firme objetivo

Tu sexo tamizado en acíbar
Evapora fragancias
Desde tiempos pretéritos
Aritméticamente irrecuperables

Ora pro nobis

VI

Quien se arropa con una sola bandera
pierde sonidos del mundo, aromas, colores
Su calor ficticio te transforma
en un adicto a la individualidad

Los nacionalismos se curan entre
seres humanos disímiles,
en la confusión de razas y lenguas

VII

Fuego en las lenguas
Y en el vientre escarcha
Los sexos amputados requieren

Orgasmos fingidos

VIII

La Tierra es cada día más un laberinto
Sin puertas de emergencia
Y nos ciegan las salidas
Con una emboscada de telarañas

Que no nos confundan, Kioto o Copenhague
Sólo son paréntesis en la desesperanza
Un intento de convencer a las arañas
Para que no nos devoren aún

IX

Colgaban de sus ojos las miradas extinguidas
y vegetaba resignado en su indolencia
sin que le importaran los días venideros

Un viernes le habló una mujer
de las que sólo aman por las noches
con palabras vírgenes

Y le sobrevino el pánico

X

El Dictador
Toma el poder
Desplegando
Banderas

Y plegando
Intelectuales



Overwhelmed de Teresa Císcar

I

Han constreñido mi existencia
Con una extensa nómina de imposiciones
Salta a la vista que mi generación
Fue masacrada desde todos los flancos

Despierto a contracorriente
Tal vez demasiado tarde
Y ciertamente solo
La habitación apesta a imposibilidad

II

Al acercarme
lo que de lejos juzgué
como mujer sensible y atemporal
resultó ser piedra amorfa,
inerte,
varada en un paraje imaginario
y sitiada de cactus,
entre montañas con eco
y nieves

Traté de descubrir el maquillaje,
un alma,
las preguntas pactadas
que impregnaran de razón
mi subconsciente
y el amor se tornó incoloro
trenzado con hilos de pasión
en blanco y negro,
ebrio de desafectos,
de aspiración inútil

Volvía del árido paisaje
cuando rozó mi piel
una emoción extraña,
tal vez la náusea

III

Nos estremece la pasión
y no todas las músicas merecen
su oportunidad

El vuelo de los ángeles no se repite
aunque cierres los ojos,
sólo permanecen anclados a la memoria
los amores platónicos
en algún poeta de calderilla

Nuestras entrañas están sedientas
y el pulso se acelera a tenor de los deseos
que nos obligan a delirar en sueños,
inmersos en el olor repulsivo de las infidelidades
que practicamos con persistencia

IV

Estás al borde de tu vida
A punto de reventar
Te sientes observado por transeúntes
Que cargan sobre sus hombros
Pasiones irrelevantes
De las que sólo venden
En los supermercados

Adoleces de deseos de vivir
Tu horizonte queda a años luz
De éste mundo
Enciendes la televisión
Anuncian vehículos todoterreno
De altas prestaciones
Y resuelves comprar el más caro

Los transeúntes giran la cabeza
Siguiendo tus pasos
Hasta es posible
Que dadas las circunstancias
Algunos te envidien

V

Sobre mi sexualidad llueve en horizontal,
es un error considerarme incompatible
con un cuerpo malgastado en el que el alma
se mantiene incólume
En el exterior la noche es hermosa,
sin embargo, aún gotea la sangre
de heridas que me ocasionó la mordedura
de la serpiente

No puedo prometerte amor mientras
me desangro, el amor heterosexual
que apeteces de un ser cuya naturaleza
es imprecisa
Intentarás entenderme y aflorarán
las mentiras, entretanto, puedo
enseñarte algunas fotografías antiguas
que no me incriminan

Quizá no sea del todo ilícito mostrar
las apariencias y regresar al prólogo
No confíes demasiado en poder revelar
los enigmas, aún eres muy joven para
encontrar respuestas a un comportamiento
que la sociedad juzgaría execrable


PINTURA: NOCTURNO DE LA CALLE DE TRAN TUAN






1

OBJETIVOS

Cumplí con eficacia
Todos mis objetivos
Planté muchos árboles
Escribí varios libros
Tuve hijos
Me queda cavar mi tumba

Sólo una
Es suficiente

2

PROSCRITO

Vivió solo, proscrito
Buscó amistad
Compañía
Un amor
Y encontró silencio

Sólo la poesía
Le acogió entre los suyos

Buscó la muerte
Ese día todos aplaudieron
Al paso del ataúd
El despropósito

3

LA VOZ DE LA MUERTE

El poeta mama de los pechos
de sus amantes
en el nombre de todos los demonios,
leche lasciva
¿Cómo podría escuchar si no la voz
de la muerte?

Mientras perros rabiosos
excavan nuestras tumbas,
las palabras de los condenados
paralizan sus brazos
y pactamos no dejarles profanar
tierras vírgenes
que jamás acogerán en su seno
poetas ya muertos

4

AMOR

Ser amado
Sin poder amar
Ni saber del amor
En mil noches ciegas
De pasión a secas
Y la torpeza púrpura
De no poder sentirlo

Otro día estéril
En tus cálidos brazos
Tan cerca de tu sexo
Jadeando vacíos

No podré amar nunca
Mas no te detengas

5

LA CORDURA

En días aleatorios
si así lo prefieres
participa de mi locura,
un propósito cabalístico
de infinitas posibilidades

A nuestras almas nómadas
no las unirá jamás
un manual de hipocresías,
ni mil horas malgastadas
ensayando contraseñas

La cordura no otorga
patente de inmortalidad

6

EL NAÚFRAGO

Desprovisto del erotismo
en el declive grisáceo de su existencia
un náufrago,
acróbata en ansiedades aunque proscrito
tramita posibilidades, súbitos relámpagos
supervivencias

Contumaz con su destino
comparece al regreso de la clandestinidad

Es la penúltima soflama
e injuria la obsesiva dependencia
del sexo


Pintura de la serie LAS MENINAS, por MARTIN GIL MARIÑO (Argentina)
( para entrar a su web: http://www.martingilmarino.com.ar )

I

Debo mantener la mente fría más allá
de lo indescifrable que puedo encontrar
al otro lado de la puerta
hasta es posible que mis pasos
sigan recorriendo el círculo
pintado sobre la piedra gris de las penumbras

Es hora de penetrar en el último laberinto
apartar con mis manos en la oscuridad
las telarañas colgadas en el mármol
buscar la habitación
en la que alguien que aún no conozco
interpreta al piano desconocidas partituras

Dentro de la caja
en que se ofrece a la felicidad como un regalo
puedo guardar la hora de la angustia
en ampollas de cristal con dinamita

II

Muere la tierra quemada bajo el asfalto
que niega el latido de los árboles
buscando el agua secreta del invierno
en la ciudad que suplanta de cemento
a la naturaleza

La niebla es humo de automóviles
y la lluvia golpea los espejos de cristal
que abrazan a las oficinas

Han repoblado las calles con videocámaras
huecos ojos digitales que espían
la soledad desplomada de la multitud
y la inclemencia de la cotidianeidad
se desvela morbosa
desde la caverna irreverente de los patriotas

Los ciudadanos solo son un código
náufragos que regresan a sus jaulas
en impersonales ascensores

En la memoria silenciosa de la noche
las sirenas de la policía
perturban la frágil intimidad de los sueños


Pintura de Jorge Berlato

I

En este delirio predominan las apariencias
la ficción de ascender en el escalafón
y un convenio de boda escrito en hebreo
que te pagarán con monedas acuñadas en hielo

Observo el trayecto imaginario de la aguja
que enhebra hilo virgen en tu traje de novia

II

A veces me despierto angustiado
con el temor de que el sol no aparezca
y la noche perpetua me devuelva
al origen del universo
cuando según nos han enseñado
no existía el ser humano

Sólo me consuela pensar
que aún no se habrían inventado
las armas ni las guerras

III

Quiero resucitar tu desnudo prenatal
en la espuma de un mar extraño
abrazado a las mareas para no lastimarte

Y las olas me niegan el pasado
borrando tus pisadas de todas las orillas

IV

No te he visto tan feliz desde ese día
en el que el vino quiso encenderte las mejillas
y acudías impaciente
a nuestro primer encuentro con el sexo
silbando con tus labios la canción del aire

Pudo la prisa del tiempo envejecerte
escondiendo los años
hasta volver a encontrar en el ocaso
la inocente fragilidad de aquel instante

V

Busco en tus palabras volver al silencio
para subir el último tramo de escalera
envejecer sin prisas
descosiendo de las horas circulares el agobio

Y alejar las voces del suicidio
que alimentan en los sueños mi pesadumbre

VI

No olvides que surgirán las preguntas
golpeando cada día en tus sentidos
te plantearás mil veces desandar los recuerdos
ausentarte del reciente pasado
o renegar de nuestra relación

La memoria es a veces un espejo inclemente
que se jacta en mostrarte como eres

Y sabrás que ya no hay nadie que te entiende

VII

Te desnudaste del vestido de fiesta
suplicando a la lluvia que mojara tu cuerpo
sin hurtar a las nubes el color de ceniza
que pintaba de gris aquel pantano de cieno

Y decidiste borrar de la piel de tu sexo
el detestable tatuaje con mi nombre

VIII

Para amarnos no nos importó
lastimar a otros o soportar
el ladrido obstinado de los perros
abandonando sobre la hierba
los remordimientos

Y acabamos devorándonos mutuamente
cuando apenas habíamos agotado
nuestra primera estación

IX

No debo permanecer un día más en la fragilidad
y ni siquiera recuerdo de qué huía
cuando acepté implicarme en este desorden
o sentarme a tomar el sol con los ancianos

Una mujer me cerró la puerta de su casa
sin querer escucharme
y me siento capaz de recomponer en otro lugar
las piezas desgastadas del rompecabezas

X

Al oscurecer
se pierde estérilmente
la belleza de todos los paisajes
porque nadie sabe retenerla
entre sus manos

Sólo la sensibilidad
de ciertos ojos fotografía
con sales de cinc en la memoria
los rescoldos


Pintura de Oleg Frolov

I

LA HUIDA

Se apartaron del sexo dejando atrás
las fábulas sustantivas y una pasión
enhiesta y militante

Uno de ellos, sólo uno, cerró los ojos
y pensó que todos nos planteamos
la huida en algún momento
hasta que el frío nos empuja a regresar
convictos y confesos

Para sobrevivir en una incurable
persistencia

II

MASTURBACIÓN

Amaina la tempestad en tu cuerpo
Y te desplomas sobre el lecho
Al socaire del último naufragio

Sobre la mesilla de la habitación
Una lámpara de cristal de Murano
Refleja el enésimo crepúsculo
Fraguado en los océanos de la soledad

III

EL MIEDO

Se sentía libre
Lamiéndole el sexo
Provocando tempestades
Algoritmos
Múltiples orgasmos
Encantamiento

Aunque jamás
Le acarició el alma
Por miedo

IV

EN LA SOLEDAD DEL SEXO

En la oscuridad, sobre un lecho de abenuz
el deseo dormita a trasmano entre caricias
imaginadas, erótico trasiego y lascivia,
mientras, el alacrán del sexo despierta
evocando nocheviejas frenéticas

Entreacto, un rumor de sábanas de seda,
una antología de manuscritos rompe el maldito
silencio y cede el aliento cuando explotan
los sentidos, esquirlas, retazos de lluvia
que apaga el fuego entre psicofonías
y el grito final, preludio de una vacilante
duermevela

Son las cinco y la madrugada se ha perdido
en la clausura de la habitación, sin conversar
con nadie, sólo la ilicitud del solitario placer
apacigua mi soledad,
soledad que no alcancé siquiera a comprender

V

DESCONFÍO DE LOS QUE SOBREVIVEN ENTRE
ARTIFICIALES LUCES DE NEÓN

Desconfío de los que acunan en sus brazos la belleza
sin atreverse a complacerla, no son seres de otros
mundos, están a nuestro lado, por todas partes
Aseveran cerrando los ojos que la amistad, el amor
y la solidaridad no les conciernen

Hoy tienen miedo y sus propósitos son ambiguos
Mañana será demasiado tarde

VI

AMOR LIBRE

Cuando sonaron en el pik-up
Las primeras notas de je t´aime mais non plus
Y los susurros eróticos de Jane Birkin
Follando con Serge Gainsboroug
La chica a la que asediaban cinco o seis hombres
Dejó caer la ropa con naturalidad
Y se desnudó con estilo
Sin estridencias

Tendió la mano
A un joven de aspecto bohemio
Y se alejaron manoseándose
Hacia el interior de la casa

Los demás seguimos a lo nuestro
Bailando y bebiendo
Sin escandalizarnos


Pintura de Georges Seurat
I

Anoche soñé que me habían puesto en venta
ofreciéndome a la gente que con naturalidad
me observaba detrás de la luna de un escaparate
mostrándoles mi precio en una etiqueta

Ahora dudo si fue realmente un sueño

II

Nos lanzamos al vacío maldiciendo el conformismo
en un alarde de libertad irreverente
es verano y la vida se nos antoja inexorable
con un amor poco más o menos enterrado

Mezclamos con el sexo
palabras carentes de significado
justo en una época marcada
por atisbos de resentimientos
nada de nostalgia ni de sinceridad
apenas los rescoldos de un pasado derrumbado

Obscenamente nos arrojamos en brazos del instinto
de un delirio obviamente pasajero
fingiendo los gemidos que cortejan al sexo

Tiempo de pesadumbre sujeto
a la alucinación en que vivimos

III

Una mujer me habló de su amor
en aquellos días en que me asfixiaba
la desgana
y me ofreció compartir
su sueño irrealizado
o tal vez su utopía más hermosa

Por un instante medité una respuesta
pero a mis palabras las apagó el silencio
y se me hizo tarde
sin que la necesidad me lo advirtiera

Ella volvió sobre sus pasos
a deambular las noches que tan bien conocía
mantuve distraída la mirada
mientras se alejaba estrenando otra desdicha
o acaso era el dolor que de nuevo la abrazaba
contra su cuerpo congelado

Tan lejano aquel episodio en mi memoria
sigo caminando con obstinación la cobardía

IV

No olvides que surgirán las preguntas
golpeando cada día en tus sentidos
te plantearás mil veces desandar los recuerdos
ausentarte del reciente pasado
o renegar de nuestra relación

La memoria es a veces un espejo inclemente
que se jacta en mostrarte como eres

Y sabrás que ya no hay nadie que te entiende

V

¿A quién amo desde ahora si ya no me dejas inventarte?

Me alimento de pensamientos disipados
para imaginar que aún sigo de huésped en tu vida
aferrado a hojas caducas de un árbol
de principios de octubre
ignorando la savia que tiñe en rojo al otoño

Me abrazo a los recuerdos sin pretenderlo
a las sombras que se funden para traer la noche
esperando al destino que me vendiste escrito de antemano
o resbalando en el hielo de tus imprevisibles palabras

No me reconozco
perdido en un sentimiento que inspira nostalgia
desorientado por la desnudez
con la que intentas vestir el pasado
y fingir que me ausento desplomando al desánimo

El tiempo ha escrito contra mi voluntad
un testamento de escogidos despropósitos

VI

. A María Covalles

Te posee un corazón tallado en el diamante
de la fidelidad, unos ojos enlutados por la espera
mirando al mar, al amor que viaja desde lejos
para no llegar nunca a tu isla de Ítaca
En la intimidad, el placer solitario escupe lava
y mancha de ceniza tu vientre recostado
en los sueños, fiel bajo la prodigiosa torre de marfil,
tejiendo y destejiendo secretos en los pechos vírgenes
de las mareas, guardando las palabras como un tesoro
al abrigo de hipócritas deseos, de todos
los cuchillos sangrientos del machismo que ansiaron
sólo atravesar tu cuerpo

Testifico tu ternura que planea vencedora sobre
convulsas y aún cercanas fiebres, Penélope que grita
mientras siente las caricias del viento en las entrañas
despreciando el llanto helado, el sollozo del designio,
para asaltar sin miedos ni silencios la libertad


ABLACIÓN

Se consuma el crimen, la mordaza ciñe
la amputada carne impúber del pretérito,
el placer proscrito y extirpado en ceremonias
salvajes e inhumanas que imponen un letal
claroscuro a la sexualidad

El disfrute se anestesia en la ceguedad
de la herrumbre, el derecho al goce se transforma
en nieve sobre los páramos del sexo, brocal
inútil que enluta la voluntad sordomuda

Tras la mirada perdida, pentagrama de tristeza
sin dicción, sólo un soplo de belleza gris
En aquel corazón arrojado al abismo perdurará
la malherida caligrafía de una mujer



.

XI

LA HUIDA

Se apartaron del sexo dejando atrás
las fábulas sustantivas y una pasión
enhiesta y militante

Uno de ellos, sólo uno, cerró los ojos
y pensó que todos nos planteamos
la huida en algún momento
hasta que el frío nos empuja a regresar
convictos y confesos

Para sobrevivir en una incurable
persistencia

XII

MASTURBACIÓN

Amaina la tempestad de tu cuerpo
Y te desplomas sobre el lecho
Al socaire del último naufragio

Sobre la mesilla de la habitación
Una lámpara de cristal de Murano
Refleja el enésimo crepúsculo
Fraguado en los océanos de la soledad

XIII

EL MIEDO

Se sentía libre
Lamiéndole el sexo
Provocando tempestades
Algoritmos
Múltiples orgasmos
Encantamiento

Aunque jamás
Le acarició el alma
Por miedo

XIV

LA INDOLENCIA ANEGA LA CIUDAD DE PECES

Hay días en los que es preferible apartarse
de sí mismos, disimular, en derredor la ciudad
quema el silencio con alaridos de tristeza
bajo una bóveda púrpura de inexistencia

Pensé en mentir la amistad, borrar de mi rostro
las huellas de tiempos aciagos, pero la gente
agoniza bajo la cal o vive asomándose al abismo
y no creyó en mis razones y condición

Qué importa el resplandor del alma, el amor
o el afecto a unos seres que sólo resisten
endeudados y sobreviven a la mezquindad
sabiéndose dueños de una sepultura perpetua

XV

MALTRATO

Mujer, lluvia en tus ojos
Piel de niebla y azafrán
Violencia, fanal oscuro
Yermos campos del sexo
Amor sepultado en savia
Luna en la madrugada
A solas

Ávido el corazón de vientos
Distante la voz del alma
Apóstata de un hombre
Al que amas aún
Contraluz en el afán baldío
Antes que arruine tu cognición
Mejor, a solas

XVI

SINCERIDAD

Mi amante es una mujer poco explícita
aunque jamás me ha mentido
El día que intimamos prometió que sería
absolutamente infiel el resto de su vida

Pero siempre excita mi ego con un delicioso
café jamaicano en las infrecuentes ocasiones
que amanece en mi cama

XVII

ENSOÑACIÓN

Pasó a mi lado una ensoñación casi rozándome
e ignoré el hallazgo, porque siempre he detestado
el aliento tan femenino del placer

Elijo la realidad, aunque sea como la hermana
mayor que nos hizo llorar en todos los momentos
mágicos de nuestra infancia

XVIII

LAS LÁGRIMAS DE UNA MUJER SON UN RECURSO
TÁCTICAMENTE IRREPOCHABLE

Una mujer desconocida
Me arroja algo similar a piedras
y se oculta detrás del corazón

El suelo está húmedo cuando me arrodillo
Pero no la temo

XIX

HIPOCRESÍA

Se generaliza la hipocresía
La madre de todas las guerras asesina
a sus hijos como una vieja puta y el amor
es la turbación que nos excita visionando
añejas películas en technicolor

Hasta la felicidad se vende cada noche
impregnada en unas rayas de cocaína

XX

ESCEPTICISMO

Nos refugiamos en el escepticismo al no ser
capaces de poner orden en lo cotidiano

¿Para qué nos creó a su imagen y semejanza
un Dios inexistente?



.

INMIGRANTES

He paseado por la ciudad en esta mañana de domingo
amor, al principio todo parecía tranquilo hasta llegar
a la plaza del Ayuntamiento. Allí, unos policías
cacheaban a jóvenes al parecer subsaharianos. El delito,
no portar documentos, permisos de residencia,
certificados de buena conducta, contratos de trabajo,
euros, pedigrí; ya sabes cariño, esas pequeñas cosas
que les hacen ser diferentes a nosotros. Comprendí que
en nuestro país ellos no son nadie, tan sólo
indocumentados, vagos, potencialmente aptos para
la expulsión.

Al volver a casa, unos perros abandonados ladraban
inusitadamente y no hallé policías importunándoles.

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Henri Matisse. La danza

DESAMOR

Un día no entendí las voces que resonaban
como campanas en pueblos deshabitados,
otro día, alguien llamó a la puerta y no encontró
mi corazón prevenido
¿Quién se burla de mí?

Estalló el desamor en tan dolorosa travesía
y las chispas convirtieron en cenizas los regazos
envejecidos

Cuando ella dejó a un lado el invierno
sólo la muerte ocupó su espacio

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HOY SE HA ESTRENADO MI LIBRO:

VIVENCIAS, MENTIRAS Y ALGÚN MATIZ  UTÓPICO

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PRÓLOGO

Es imposible no detenerse a reflexionar en cada uno de los poemas aquí expuestos. Con denuedo y salpicado de ironía, el autor es capaz de arrancarnos innumerables sensaciones e inevitablemente provoca el goce al percibir la hondura de sus máximas con que nos revela un nivel intelectual de altísimo vuelo.
Las magníficas figuras con que expresa sus conceptos de la existencia son un deleite perdurable. Versos libres que manan de lo más recóndito de su alma, y que a la luz, se intercalarán con la soledad, la nostalgia y un serio compromiso con la vida y la justicia, a la vez y de forma singular, constantemente intima con la muerte.
Fernando Sabido Sánchez, nos va mostrando poco a poco su auténtico yo; autor de “El paso del tiempo”, “Deja que la muerte concluya su trabajo”, y “ La diosas esconden su sexo detrás de la luna”, plasma en esta obra, “Vivencias, Mentiras y algún matiz utópico” profundas y fuertes reflexiones con impredecibles desenlaces, los cuales nos revelan el desengaño que a través de sus vivencias el poeta nos transmite. Vaticino pleno éxito a esta sorprendente creación que ha surgido enérgica de la raíz de su voz poética.


María Blancanieves Covalles Calera
Escritora y Poeta
León (México), Enero 2010


I

Permanezco en silencio esperando nada
No es un poema sobre la muerte
Tampoco de erotismo
El narcisismo nunca me trasmite euforia

Mi ironía es el decorado para una película
Una maqueta
La sala de cine está vacía
Otro día que pasaré inadvertido

II

Presiento que estamos enterrando
las viejas canciones de amor,
que el viento de la umbría
va deshojando nuestro libro
verso a verso
sin demorar el arribo de la muerte

Recuerdo los gemidos del ensueño,
el ungüento invisible que nos salvó
a veces del naufragio sin juramentos apócrifos,
la infidelidad desprovista
de estigmas, las ascuas

Y ahora cada palabra, cada letra
vagará por paisajes inhóspitos
de algarabía,
nómadas en una selva de pájaros
que desafinan el silencio
rompiendo como olas
de lágrimas negras nuestros sueños,
tal vez crisálidas a contraluz
trepando la oscuridad
para ponerse a salvo de espejismos
baldíos


PALAZUELO


I

LA INTEMPERIE

Aquel hombre virtuoso cubrió tu desnudo
colmándolo de infinitas posturas amatorias
y alumbró de colores los paisajes sepias
pintando acuarelas de imposibles crepúsculos

Hoy, desde la confusión, has renunciado
a abrasarte con el resplandor del sexo
y eliges recorrer descalza otros laberintos
a la intemperie

¿Qué fue del huracán que rompió los cristales
de una piel revestida de asexualidad?

II

TU HOMOSEXUALIDAD

No te escribirán un epitafio sobre la tierra
hasta que vuelvas orgullosa del laberinto
fatigando al caballo con paso de amazona
sin ensuciar el traje virgen de los ángeles

Arrojan sobre tu homosexualidad las lanzas
damas fatigadas que besan el luto de la pólvora
ofendiendo al granito veteado de las lápidas

III

TE HAS DESNUDADO

Te has desnudado y el deseo
no penetra en mi cuerpo
cerrándome todos los caminos
que bajan a tu vientre
cuando intuyo que ha llegado
el momento del suicidio

Perdí la voz
en el grito desesperado del aquelarre
negándole otras horas
a la bóveda de cristal de mi reloj
y te rechazo después de suplicarte
que me ames a escondidas

IV

LIBERTARIA

Me engendraron vulnerable
y abracé al anticristo de mil formas
Ella se llamaba Libertaria a secas
y volví del infierno para amarla
abandonando mi último pasado
en dos mitades

Fue un prodigio de sexo satisfecho
días de nieve y sol
hojarascas de quimeras
una hoguera de besos
bajo una estatua de mármol
Mas por una vez la libertad
fue sólo un diapasón de rejas
que me incitó a decirla:

-Cuando seas libre del todo
¡Préstame tus sueños!

V

ES INÚTIL

Es inútil que indague en tus ojos
el amor oxidado en las lágrimas
mientras bebo el vinagre de un beso

No debemos prolongar el naufragio
o disimular un paisaje de vientos
para plantar en el yeso las raíces


 

A DESTIEMPO


La felicidad se nos antoja peligrosa
Es siempre un no llegar a tiempo
Renunciar a vivir irremediablemente
Flotando en una calma ficticia

Buscamos la putrefacción estando vivos
Y nos abrazamos al pánico como autómatas

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EDICIÓN FORMATO VIRTUAL


I

Vendrá la muerte a confundirnos con otros
no seres angustiados por las noches frías
del delirio y nos vestirán con sudarios de olas
trasparentes para ubicarnos en los vértices
de un quimérico tablero de ajedrez

Vacío de amor y tiempo el corazón maldecirá
la ausencia del afecto y la anfibología del sexo
nos hará impotentes a la excitación
peregrinando la eternidad por un abrupto
letargo de fruiciones disonantes y abstractas

II

Presiento que enterramos las viejas
canciones de amor, que el viento de la umbría
deshoja nuestro libro verso a verso
sin demorar el arribo de la muerte

Recuerdo los placeres del ensueño,
el ungüento invisible que nos salvó a veces
del naufragio sin juramentos apócrifos,
la infidelidad desprovista de estigmas,
las ascuas

Ahora, cada palabra, cada letra, vagará
por un paisaje inhóspito de algarabía,
nómadas en una selva de pájaros
que desafinan el silencio rompiendo olas
de lágrimas negras, tal vez crisálidas
a contraluz trepando la oscuridad
para ponerse a salvo de un espejismo
inútil

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http://www.librovirtual.org/lectura.php?obra=LPO0017

Las diosas esconden su sexo detrás de la Luna

Alto vuelo poético que roza tierra y cielo,
al mismo instante que estremece
la emoción íntima del alma natural,
de la carne y sus sentidos.
Y, al apuntalar la divinidad de la mujer,
por extensión se la otorga a todo el género humano.

( LibroVirtual.org )

LAS DIOSAS ESCONDEN SU SEXO
DETRÁS DE LA LUNA

Las diosas esconden su sexo detrás
de la luna, recelando remolinos
de estrellas enlutadas y escombros
de infinito

En las noches de plenilunio retoman
la sensualidad murmurando la confusión
en la que las ha sumido la abstinencia
y regresan mostrando su desnudez
ceñida por una lencería de nubes

Entretanto, hierve la sangre
de los dioses y demandan del Olimpo
el semen derrochado en la inútil
algarabía del estrépito

LA ETERNIDAD

Suspendidas en la duración de Zeus,
deslumbrantes estatuas entonan panegíricos
a los dioses del Olimpo
Erectas, con los ojos saturados
de belleza inacabada semejan espiras
que gritan o susurran en función
de un viento despiadado

Rebosa el tiempo y les excita
un ansia de inmortalidad


LA INDOLENCIA ANEGA LA CIUDAD DE PECES

 

 

 

 

Hay días en los que es preferible apartarse
de sí mismos, disimular, en derredor la ciudad
quema el silencio con alaridos de tristeza
bajo una bóveda púrpura de inexistencia
 
Pensé en mentir la amistad, borrar de mi rostro
las huellas de tiempos aciagos, pero la gente
agoniza bajo la cal o vive asomándose al abismo
y no creyó en mis razones y condición
 
Qué importa el resplandor del alma, el amor
o el afecto a unos seres que sólo resisten
endeudados y sobreviven a la mezquindad
sabiéndose dueños de una sepultura perpetua


LA PIANISTA Y COMPOSITORA AURORA ESCALES ARANAZ

HA COMPUESTO ESTE TEMA INSPIRADA EN MI POEMA «EL VACÍO»

 

 

EL VACÍO

En mis sueños siempre habita el vacío
que recorro en un vuelo ingrávido
por el olor a misericordia de las noches
Llego hasta el alba
y no tengo a nadie que me espere
hasta la luna se oculta para repudiarme
en un paisaje de sombras
más allá de la muerte

Cae gota a gota una lluvia
que desnuda con lamentos mi alma
y sobrevive el miedo a la inexistencia
Se tensa el vértigo y rozo con los labios
la belleza al perderse
en la luz impalpable de la negación


LA INTEMPERIE

Aquel hombre virtuoso cubrió tu desnudo
colmándolo de infinitas posturas amatorias
y alumbró de colores los paisajes sepias
pintando acuarelas de imposibles crepúsculos

Hoy, desde la confusión, has renunciado
a abrasarte con el resplandor del sexo
y eliges recorrer descalza otros laberintos
a la intemperie

¿Qué fue del huracán que rompió los cristales
de una piel revestida de asexualidad?

.
TU HOMOSEXUALIDAD

No te escribirán un epitafio sobre la tierra
hasta que vuelvas orgullosa del laberinto
fatigando al caballo con paso de amazona
sin ensuciar el traje virgen de los ángeles

Arrojan sobre tu homosexualidad las lanzas
damas fatigadas que besan el luto de la pólvora
ofendiendo al granito veteado de las lápidas

TE HAS DESNUDADO

Te has desnudado y el deseo
no penetra en mi cuerpo
cerrándome todos los caminos
que bajan a tu vientre
cuando intuyo que ha llegado
el momento del suicidio

Perdí la voz
en el grito desesperado del aquelarre
negándole otras horas
a la bóveda de cristal de mi reloj
y te rechazo después de suplicarte
que me ames a escondidas

LIBERTARIA

Me engendraron vulnerable
y abracé al anticristo de mil formas
Ella se llamaba Libertaria a secas
y volví del infierno para amarla
abandonando mi último pasado
en dos mitades

Fue un prodigio de sexo satisfecho
días de nieve y sol
hojarascas de quimeras
una hoguera de besos
bajo una estatua de mármol
Mas por una vez la libertad
fue sólo un diapasón de rejas
que me incitó a decirla:

-Cuando seas libre del todo
¡Préstame tus sueños!

ES INÚTIL

Es inútil que indague en tus ojos
el amor oxidado en las lágrimas
mientras bebo el vinagre de un beso

No debemos prolongar el naufragio
o disimular un paisaje de vientos
para plantar en el yeso las raíces

 

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I

Entre sedas ocultan
los despojos de los ídolos
del lascivo acoso
de las ancianas sacerdotisas

Porque murmuran
la cicatriz húmeda de tu virginidad
peinas de negro
el corazón encendido de tu frente
dime muchacha si tu vida
es de espinas o caricias

Sobrevives para dar
un nuevo nombre a la farsa
y odias
que te juzguen cuando estás soñando

II

Te has desnudado y el deseo
no penetra en mi cuerpo
cerrándome todos los caminos
que bajan a tu vientre
cuando intuyo que ha llegado
el momento del suicidio

Perdí la voz
en el grito desesperado del aquelarre
negándole otras horas
a la bóveda de cristal de mi reloj
y te rechazo después de suplicarte
que me ames a escondidas

III

Sabes que hace siglos ya no nos hablamos
aunque sigamos día a día arrojándonos
palabras
y escenificando la condena cierta a soportarnos
sin ser capaces de colocar en nuestro lugar
estatuas

Nos queda tan sólo conocer el último secreto
cual de los dos leerá el discurso
en el funeral del otro

IV

Me acercas tus manos arrancadas de la tierra
a través de la noche del viento y del amor
manchadas por un vino endurecido y áspero
que derrama vino añejo sobre las abejas

Las tomo entre las mías y me moja el sudor frío
que intenta devolver la furia de la sangre
al corazón cien veces malherido
por las amargas impurezas de la miel

V

Amo a una mujer y mi existencia
se prolonga en un vuelo ingràvido
alma, cuerpo y maternidad
mas al amor no lo reconocería si faltara el deseo
la pasión
o el misterio que se esconde en un abrazo

Renuncio a quedarme atrapado
en el borde impalpable de la espuma
sin unir espíritu y materia

Porque la vida nace del amor y el sexo

 

 

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