Salte la navegación

Category Archives: heroes


Metamorfosis de Manuel Rivera

I

El verso alza el vuelo con naturalidad
provocando confusión de lenguas
y desde las cloacas la muerte otea
contexturas, burdas imitaciones

Con el plagio se tiñen de luto los ecos
de la Torre de Babel, no puede una hastiada
justicia responder a tamaña falacia

La putrefacción está servida

II

Vuelvo sobre los pasos equivocados,
no importa que la tierra aún esté caliente
y reavive las heridas
Dejaré a un lado las asimetrías del amor,
la ciudad que jamás ofrecerá sus brazos a nadie
y los relojes de afonías y crepúsculos

Espérame en cualquier parte porque todos los
otoños me resultan fríos, un destierro de pisadas
sin sobresaltos sobre cuerpos gélidos

Vistiendo de luto la mirada hacia ti me dirijo

III

Mientras aquel tipo saciaba sus deseos
que no los tuyos y el animal te profanaba
al unísono cuerpo y espíritu,
tallaste en tu vientre entre múltiples
cicatrices machistas los itinerarios de la libertad

Ahora sabes que no fue una quimera




Pintura de Modi Livieri

I

MATERNIDAD

Gracias a la conservación de manuscritos fechados
afirmo que el pensamiento amenazó con escribir la historia
de un amor que nunca quiso nacer

Hiciste uso de las ostras y su perfil de arena introdujo
la bienvenida al mar
Con caracolas vuelvo a ocultar mis oídos
y al escuchar tu voz te exijo respirar en un coro
de perlas marinas

¿Me oyes?
Sin el permiso de tu rancio linaje
vienes a decirme en secreto que me amas y es prematuro
porque tú sabes que un mismo movimiento
te devuelve a la totalidad inacabada

Amanece
y en la maternidad mediterránea
no hay ya ninguna errata

II

LA INDOLENCIA ANEGA LA CIUDAD DE PECES

Hay días en los que es preferible apartarse
de sí mismos, disimular, en derredor la ciudad
quema el silencio con alaridos de tristeza
bajo una bóveda púrpura de inexistencia

Pensé en mentir la amistad, borrar de mi rostro
las huellas de tiempos aciagos, pero la gente
agoniza bajo la cal o vive asomándose al abismo
y no creyó en mis razones y condición

Qué importa el resplandor del alma, el amor
o el afecto a unos seres que sólo resisten
endeudados y sobreviven a la mezquindad
sabiéndose dueños de una sepultura perpetua

III

MUJERES SILENCIADAS

Indudablemente hay mujeres dichosas,
pero hay muchas que sólo sobreviven
pisando uvas de sangre, las hay de pálida
mirada que lloran a solas sin hacer ruido,
las hay maltratadas, violadas, perseguidas,
humilladas, lapidadas, silenciadas,
suicidas, sometidas o las que ya
son sólo en las estadísticas un número frío

A todas éstas
¿Qué calaña de Justicia en una sociedad
deshumanizada las ampara?


UNTITLED 2, PINTURA DE VERÓNICA RUBIO

I

No soporto la fiebre creativa
que me martiriza cíclicamente,
en éstas ocasiones cada vez más frecuentes
parodio con ferocidad lo cotidiano
para poner de manifiesto el despropósito
y la incomunicación de la existencia

Ionesco me etiquetaría entre los poetas
del absurdo

II

Frecuento el amor de forma absurda,
busco los reversos, la posición
en la que no hay espejos ni rostros
sonrosados
Pude beber el néctar, saciarme,
e imaginé una trampa, amante sin amor,
abrazar la nada en un paisaje
de costumbres

Ya soy libre, libre en el vacío,
en la infelicidad, libre y rodeado
de una ausencia sublime
¿Dónde estás amor mío?

Me encuentro con Bukowski y Lowry,
un trago, otro trago, es medianoche
y ya no sé si bajo a los infiernos
o escapo

III

Amor roto, huellas inocentes
en el agua dulce de las edades,
un sueño que mutila las almas
tal vez, por el declive cruel
de la proximidad

La identidad reclama un mundo
sin cerrojos,
un martirio que no usurpe
las conciencias

Hasta la traición frecuenta
caminos adyacentes

IV

Una mujer me cita, provoca
Se fue, seguí esperando
Sin temer vacíos inclementes
Mi memoria ralentizó pasiones
Nostalgias imperfectas
La cólera de la noche

Me siento libre para que concluya
Una soledad no asumida
Al socaire de hábitos
Y miradas indiscretas
Escapo, ésta orgía me desliza
Hasta una evanescente sexualidad

V

Los historiadores indagan
en viejos incunables todo lo concerniente
a la sangre azul de los reyes
y en ninguno se les reconoce legitimidad,
porque no respiran desde que los parieron
las princesas muertas

Mientras los hombres soportamos con estoicismo
el trágala del vasallaje, las putas nos gritan
desde las favelas que la monarquía
no es prerrogativa de linaje, cuna, genes
o sangre

VI

La felicidad se nos antoja peligrosa
Es siempre un no llegar a tiempo
Renunciar a vivir irremediablemente
Flotando en una calma ficticia

Buscamos la putrefacción estando vivos
Y nos abrazamos al pánico como autómatas

VII

La gente nunca ha estado tan sola
Mis amigos viven desordenados en la infelicidad
Y nunca han sido más de tres o cuatro a la vez

No podría entender que también me odiasen

LEER MI POEMARIO VIVENCIAS, MENTIRAS Y ALGÚN
MATIZ UTÓPICO EN EL ENLACE:
http://fernando-sabido.blogspot.com


Alegres bebedores de Luis García Ochoa

I

Puedo palpar el vacío en la utopía
En el amor que enmudece
En las cenizas de la muerte
En el filo de la navaja
En la misericordia de los dioses

Y lo palpo cada noche
A mi lado
Bajo las sábanas

II

Pretendí volver a amarte
más allá de los excesos,
de la vacuidad,
recorriendo los hielos y cenizas
del pasado en tu busca

Y te encontré en un presente
atestado de imposibilidad

III

Vendrá la muerte a confundirnos
con otros no seres angustiados
por las noches frías del delirio
y nos vestirán
con sudarios de olas trasparentes
para ubicarnos en los vértices
de un quimérico tablero
de ajedrez

Vacío de amor y tiempo
el corazón maldecirá la ausencia
del afecto
y la anfibología del sexo
nos hará impotentes a la excitación
peregrinando la eternidad
por un abrupto letargo
de fruiciones disonantes
y abstractas




Joven Doncella de NGUYEN LAM

LAS DIOSAS ESCONDEN SU SEXO
DETRÁS DE LA LUNA

Las diosas esconden su sexo detrás
de la luna, recelando remolinos
de estrellas enlutadas y escombros
de infinito

En las noches de plenilunio retoman
la sensualidad murmurando la confusión
en la que las ha sumido la abstinencia
y regresan mostrando su desnudez
ceñida por una lencería de nubes

Entretanto, hierve la sangre
de los dioses y demandan del Olimpo
el semen derrochado en la inútil
algarabía del estrépito

LA ETERNIDAD

Suspendidas en la duración de Zeus,
deslumbrantes estatuas entonan panegíricos
a los dioses del Olimpo
Erectas, con los ojos saturados
de belleza inacabada semejan espiras
que gritan o susurran en función
de un viento despiadado

Rebosa el tiempo y les excita
un ansia de inmortalidad

EN EL ESPACIO FLOTAN TUS AFECTOS

Creo con total certidumbre
que en el espacio flotan tus afectos
esperando reencarnarse
en otros cuerpos desnudos
con la misma frialdad

Se multiplicarán por dos, por diez,
por mil y así hasta el infinito
cayendo sin piedad sobre vírgenes amantes
y helando sus pasiones

Debemos estar prevenidos,
aunque por fortuna no habrá en el mundo
muchas mujeres como tú

Y EL AMOR SE HIZO CARNE

Me siento feliz a tu lado
Decías mirándome a los ojos
Transfigurándote

Pasaron los años
Y el amor se hizo carne
Con alevosía

Después
Ni tan siquiera eso

NADA ES PERFECTO

Cuando me la presentaron supe
Que era una gran mujer
Atractiva, culta, inteligente
Había viajado por múltiples países
En los que coqueteó
Con los intelectuales
Y artistas más reputados
Unas copas más tarde
Me lancé a sus brazos
Y acabamos en la cama
Comprobé que en esa tesitura
Era bastante inexperta

Nada es perfecto
Obviamente

EL PECADO ORIGINAL

Tratas de proteger tu corazón
confinándolo en una burbuja aséptica
a los sentimientos

Es comprensible
Quizás el amor aún nos llega infectado
Por la persistencia del pecado original


La Venus de Illice de Fernando Sanchez y Juan

I

Desnudo en los caminos
duermo sobre el polvo
y respiro el olor de la muerte
enredándome en la pegajosa geometría
de las telarañas

Espero al relámpago
para beber el semen de los árboles
y escapo del tiempo
hacia ninguna parte
buscando en mi brújula a la luna

No encuentro ciudades
bajo las aguas de un arroyo que no dura
ni el color de las flores
sólo vocablos compasivos
empapados en vinagre

II

Nunca sabremos qué hubiera ocurrido
si hubiésemos cambiado de ciudad
sin habernos desnudado

Aunque agradezco las fresas
que me ofreciste con sabor a amargura
y que fuera un domingo por la tarde
cuando tus ojos
me regalaron ese momento irrepetible
perdonando mi engaño

III

Ella
indagará tu hoguera
ocultándose
sin pedir nada
y te amará
para no morirse
mientras dure

Lee sus labios
cuando no te hable
y no preguntes
sólo agradece
la suerte no buscada
sin mentirla

Sentirás el deseo
precipitadamente
desnudando erizos
con agonías de sexo
o amarrado al galope
de los zarpazos

No te impacientes
cuando la luna
le traiga lágrimas
sin proponérselo
y mira su boca
fósforo enrojecido
que se ilumina
cuando sonríe

IV

Quieres ser una mujer entregada a la seducción
y te pierden los modales abruptos, tu piel color
púrpura presagia huracanes entre relámpagos
de sexo, maldice a las que veneran su belleza
con el alma desnuda cabalgando a la grupa
sobre enjambres de nubes y desembarazo

Vino la noche a tu corazón roto como un manto
de hielo bordado en inconstancia y hoy te duele
la ausencia del amor en la estéril claridad
de otros tiempos

Donde pudo haber afecto, hay soledad

V

EUTANASIA

…Pero de tanto pensar y recordar
el viejo cae aturdido. Y se duerme
apoyado en la mesa del café.

Constantinos Cavafis

Proclaman los hombres desde la cumbre
de su madurez que el célebre milagro de la vida
es una suma de contingencias, con los años
se han convertido en unos seres obstinados
tejidos con hilos de tiempo desiguales
y absolutamente asimétricos

Por lo que a mi me atañe, el postrer
empeño será despertarme día a día
e ir declinando en lo físico con la memoria
casi intacta,
anhelo impedir que unos psicópatas
ultra católicos se apropien de mis despojos
e inciten a los médicos a conectar cien cables
a un cuerpo clínicamente desahuciado,
que no se aprecie con certeza
si sobre el lecho de mi agonía
late el corazón de un hombre o de una máquina

A veces sueño que un anciano enfermo
y exhausto, en la plenitud de la consciencia,
dispone su muerte y se adentra paso a paso
en algún mar desconocido con la mirada fija
en la línea inaccesible del horizonte




Pintura de Cliff Kearns

I

INTEMPERIE

Aquel hombre virtuoso cubrió tu desnudo
colmándolo de infinitas posturas amatorias
y alumbró con colores los paisajes sepias
pintando acuarelas de imposibles crepúsculos

Hoy, sumida en la confusión, has renunciado
a abrasarte con el resplandor del sexo
y eliges recorrer descalza otros laberintos
seducida por el vértigo de la intemperie

¿Qué fue del huracán que rompió los cristales
de una piel revestida de asexualidad?

II

LA INDOLENCIA ANEGA LA CIUDAD DE PECES

Hay días en los que es preferible apartarse
de sí mismos, disimular, en derredor la ciudad
quema el silencio con alaridos de tristeza
bajo una bóveda púrpura de inexistencia

Pensé en mentir la amistad, borrar de mi rostro
las huellas de tiempos aciagos, pero la gente
agoniza bajo la cal o vive asomándose al abismo
y no creyó en mis razones y condición

Qué importa el resplandor del alma, el amor
o el afecto a unos seres que sólo resisten
endeudados y sobreviven a la mezquindad
sabiéndose dueños de una sepultura perpetua

III

UN LENGUAJE CORPORAL CARENTE
DE SINTAXIS

Trepas con destreza por las escenografías
Adoptando en las cúspides una pose fingida
Un lenguaje corporal carente de sintaxis
Levitando sobre el tiempo
Que con total precisión nos describe
El libro de instrucciones del fracaso

Confusa es tu silueta obscena y arrogante
De promiscuo contorno azabache
Prieta geometría que no entiende
De abordajes ni lógica
Con verdades a medias y relojes sin horas
Que enhebras a la desnudez
Encogiendo sin pudor los hombros

IV

COCAÍNA

A tu inocencia la tiraniza el albedrío de unas manos
en las que guardas como un tesoro tres gramos de nieve
Mira la luna que sustenta con hilos de azogue las vidas
de otros seres moribundos, los que dilapidan su sabiduría
sumergiéndose en insólitos sueños, en la alucinación

Has vivido entre los hombres sin advertirlo
y a tu alrededor todo sigue intacto, como esperándote

V

GOCÉ EN LOS BRAZOS DE UNA DIOSA

Fue como un milagro,
gocé en los brazos de una diosa
rodeado de pureza, aunque odio las parábolas
Y humedecí los labios con el vino
mientras la dibujaba caricias
encendiendo los deseos

Lo juzgué una visión,
un brindis temerario al placer con disonancias
y arrodillarme ante la sed
Un hola y un adiós a su desnudo,
a un cuerpo colmado de pasión
en un paréntesis de ausencias

Volvía del sueño subyugado
con necesidad de amar para saberme hombre
cuando la diosa me imploró

Espera, no despiertes


«Hasta que la muerte nos una». Grabado de OUKA LEELE

I

En los intersticios de la noche
El silencio trae a mi memoria
La pulsión de tu rostro de arcilla
Tallado en la vidriera del tiempo
Y tal vez hayamos muerto

Cuerpo a cuerpo el frío
Nos vence sin remisión
Como la injusta ley que nos parió
Para fatalmente asesinarnos
Sólo somos el cordón umbilical
De los años

Y ahora sí estamos muertos

II

La voz me acompañó desde niño,
su metálico sonido era casi siempre
el único vestigio cercano de vida
y el testigo exclusivo de mis actos

La voz me precedía, previno simulacros
mostrándome atajos menos sórdidos
y su compañía me resultó imprescindible

Hasta el día que me reprochó con dureza
cuánto había cambiado

III

Sólo soy un sobreviviente, a mi alrededor
el otoño ha deshojado todos los árboles que planté
y en su desnudez mi nostalgia los confunde,
resultan tan extraños que no reconozco ni su género

Nada espero en este instante preciso bajo una cúpula
de nubes emplomadas que presagian tormenta,
quizá la noche me regrese a la infancia
y la lluvia amortigüe el ruido de mis pasos

Un relámpago, el trueno, en este contexto vuelve
la realidad, la sensación de alcanzar a superar
mi incertidumbre

IV

No, aunque lo desearas no estás sola en el mundo
Hay luces en tus noches que desvelan sombras
Son seres humanos que llenan las ciudades
Y tu culpa es alícuota por compartir silencios

Es falso que tus labios muestren una tristeza finalista
Como animal herido que aguarda recostado la muerte
Desde el día que decidiste por los dos la separación

¿Qué puedo hacer si has olvidado hasta mi nombre?


Pintura de Guillermo Martí Ceballos

XLVIII

Amor roto, huellas inocentes
en el agua dulce de las edades,
un sueño que mutila las almas
tal vez, por el declive cruel
de la proximidad

La identidad reclama un mundo
sin cerrojos,
un martirio que no usurpe
las conciencias

Hasta la traición frecuenta
caminos adyacentes

L

Desprovisto del erotismo
en el declive grisáceo de su existencia
un náufrago,
acróbata en ansiedades aunque proscrito
tramita posibilidades, súbitos relámpagos
supervivencias

Contumaz con su destino
comparece al regreso de la clandestinidad

Es la penúltima soflama
e injuria la obsesiva dependencia
del sexo

LI

Frecuento el amor de forma absurda,
busco los reversos, la posición
en la que no hay espejos ni rostros
sonrosados
Pude beber el néctar, saciarme,
e imaginé una trampa, amante sin amor,
abrazar la nada en un paisaje de costumbres

Ya soy libre, libre en el vacío,
en la infelicidad, libre y rodeado de tu ausencia
sublime
¿Dónde estás amor mío?

Me encuentro con Bukowski y Lowry,
un trago, otro trago, es medianoche
y ya no sé si bajo a los infiernos o escapo

LII

En días aleatorios
si así lo prefieres
participa de mi locura,
un propósito cabalístico
de infinitas posibilidades

A nuestras almas nómadas
no las unirá jamás
un manual de hipocresías,
ni mil horas malgastadas
ensayando contraseñas

La cordura no otorga
patente de inmortalidad

LIV

Amanezco con vida,
hoy es el día oportuno
para escapar de la rutina
que me está matando;
empecemos por tirar a la basura
los errores mecanográficos
y un mosaico de quejas
para dedicarme por completo
a la creación,
tengo que salir a toda prisa
de un hogar devastado
por el último terremoto

En algún lugar, alguien
me venderá amor de segunda mano
a cambio de poemas con acentos
contenidos y pagaré con creces
por ello

Debo hacerlo con urgencia,
ahora mismo, antes de que escape
vivo éste sueño

LV

Ser amado
Sin poder amar
Ni saber del amor
En mil noches ciegas
De pasión a secas
Y la torpeza púrpura
De no poder sentirlo

Otro día estéril
En tus cálidos brazos
Tan cerca de tu sexo
Jadeando vacíos

No podré amar nunca
Mas no te detengas

LVI

Vivió solo, proscrito
Buscó amistad
Compañía
Un amor
Y encontró silencio

Sólo la poesía
Le acogió entre los suyos

Buscó la muerte
Ese día, todos aplaudieron
Al paso del ataúd
El despropósito

LVII

Juntos, sí, pero sólo físicamente
sin que nuestras almas teñidas de imperfección
se hablen o inclinen ante la certeza

Por eso estamos solos, una y uno
en cada instante de ausencia compartida
que se lanza contra nuestras conciencias
y las condena a desacostumbrarse

La vida se ha transformado en muerte anunciada
y sólo nos queda mirar para otro lado
como si no nos estuviera sucediendo a nosotros


Pintura de Antonio Saura


I


MI NIÑEZ

He vuelto por unas horas
a la que jamás fue mi niñez
a los años en que se ausentaban los pájaros
en el cielo nublado de todas las mañanas
sin encontrar el lugar secreto
en el que nos escondían los juguetes

Un día dos niños se besaron
ignorando por qué el instinto
les empujó a ocultarse
en el nido abandonado de los gorriones

II

EL PERDÓN

No vienen a auxiliarte cuando sales del mar
los que saben del naufragio màs amargo
y miras hacia el único punto del horizonte
que procura un rostro concreto a tu realidad

No se acerca a gritarte ni a malgastar sermones
acude con las manos llenas de un amor antiguo
en el que ha prescindido de todas las vergüenzas

III

NUNCA SABRÁS DEL PÁNICO DE UN VERSO

Sin ti puedo enterrar mi alma
entre poemas que sangran utopías
y esperar que todas las palabras que no has dicho
respiren en mis libros sin preguntas

Nunca sabrás del pánico de un verso
cuando lo roza el silencio
con labios que vuelven de vacío
sin excitar las manos del poeta

IV

EL MIEDO

Quiso quedarse a solas con sus miedos
exclaustrado de la realidad
y como era un hombre
la sociedad le afeó la conducta

¿Qué hará desde ahora con las lágrimas?

Es posible que finja
la euforia pasajera de los héroes
consciente de que su propia vida
ha concluído

V

ES POSIBLE LA PAZ

Inician el vuelo
con los brazos extendidos
como alas abiertas
y el viento disipa el humo
que viola la luz
mancillándola

Intercambian abrazos
que asfixian el odio
y es posible en el mar
pájaros posados
en un césped de espuma
tejiendo las mortajas
de la última guerra

VI

NAUFRAGIO

Ambos sabemos que nos separa
la distancia inaccesible de un naufragio
o las imaginarias coordenadas que trazamos
sobre la incierta superficie del mar

Me reconozco en la impaciencia
de todos los amantes
pero a la vez
en la imposible concreción de un nuevo abrazo
que plagie la aparente felicidad de los enamorados

Y reniego de la inútil vocación del solitario

VII

PAISAJES

Al oscurecer
se pierde estérilmente
la belleza de todos los paisajes
porque nadie sabe retenerla
entre sus manos

Sólo la sensibilidad de ciertos ojos
fotografía con sales de cinc en la memoria
los rescoldos


Pintura de Robert Motherwell

A María

I

Lo desconozco todo sobre ti
Aunque te pienso
Escapando de puntillas del laberinto
Para no despertar a la bestia

Tan sólo sé lo que me dijiste
Que el amor hace daño cada día
Cuando compartes tu vida con la muerte
Disfrazada de hombre

II

Nos trae el viento
un intenso olor a muerte
y millones de seres humanos
son carne de horca,
vivimos entre paréntesis,
picoteando, detrás de barrotes
que coartan necesidades,
intuiciones y fantasías inútiles

En días de plomo
todos los demonios me visitan,
me muevo entre hojas de tiempo
que acortan mi existencia
sin llegar a poseerla,
me siento cautivo
de una madurez indecente

En el entreacto,
una mujer llegó a visitarme
desde la nieve y le cuesta
acostumbrarse a mi calor

III

En los intersticios de la noche
El silencio trae a mi memoria
La pulsión de tu rostro de arcilla
Tallado en la vidriera del tiempo
Y tal vez hayamos muerto

Cuerpo a cuerpo el frío
Nos vence sin remisión
Como la injusta ley que nos parió
Para fatalmente asesinarnos
Sólo somos
El cordón umbilical de los años

Y ahora sí estamos muertos

.



A BERTOLD BRECHT

Llegó hasta mí aquel hombre
con cara de buena gente
y se ganó mi confianza

luego llegó el segundo
cargado de nobles sentimientos
y le abrí las puertas de mi casa

un día les hablé de injusticias
de que no vivimos realmente
en democracia
que amordazan a la libertad
de una forma
más o menos etérea

mientras me esposaban
después de enseñarme sus placas
retrocedí cuarenta años
en mi memoria


POSFACIO A ALLEN GINSBERG

Por la acera de la avenida Lower
East Side de Manhattan,
un tipo calvo de aspecto bonachón
camina con un libro
de Jack Kerouac bajo el brazo
Al pasar junto al puesto
de periódicos se detiene a ojear
el Times buscando el titular
de su último poema:
«Lista de deseos de una nueva
democracia para el presidente
Clinton, Casa Blanca»

Como todos los días se despertó
al amanecer y escribió
unos poemas pensando
que Norteamérica es un gran país
lleno de vaqueros, indios, judíos,
negros y norteamericanos

Antes de volver a su apartamento,
pasa por la oficina postal y recoge
un montón de cartas,
todas enviadas
por incondicionales fans
a un tal Allen Ginsberg, fundador
de la Beat Generation


A JACK KEROUAC

Un día estarás muerto
Jack y te habrán perdonado
todas las cagadas,
llorarán al buen poeta
que permaneció adormecido
o enquistado en sus miserias,
ignorarán tu rechazo
a los valores estadounidenses
o que serviste de catalizador
para la liberación de mujeres,
negros y homosexuales

En el camino, en tu recorrido
por el infinito seguro
te encuentras con Burroughs,
Ginsberg y Cassady
para disfrutar juntos
la enésima sesión de jazz



ESTE POEMA ES UN TRIBUTO A LA OBRA
DE CHARLES BUKOWSKI «FACTOTUM»

Acodado en la barra
de un garito en el Greenwich Village
Henry Chinaski pide al barman
el enésimo vaso de sexo con hielo
mientras pronuncia
unas frases ininteligibles
dirigiéndose a unos tipos
tan jodidamente ebrios
como él

-Hoy me han despedido
de un sórdido empleo
y sin ningún sentido
en el Times
pero soy el mejor apostador
de carreras de caballos
de América
y el único escritor
que provee a la gente
de las mentiras que necesitan
para seguir existiendo

Sobre el escenario
una striper se contonea
a sabiendas
de que puede enloquecer
a cualquier hombre


CLAUDE MONET

El otoño, que viene de robar a los árboles
el disfraz de las hojas
quiere envejecer ahora
sentado en las rodillas de la nieve

Y siente celos de Claude Monet
que vuelve de la eternidad
cada primavera
a pintar nenúfares
en su estanque de Giverny


IBERIA

Persiste tu piel de acero varada
en la exhausta sensualidad
de tres mares, espuma de rejones y fuego
para la muerte inclemente del toro

Tierras de conquistadores o invadidos
que dibujan cicatrices en el corazón
del tiempo, entretanto,
Isaac Álbeniz te corteja con una Suite
para la libertad



Triunfo de la muerte. Peter Brueghel El Viejo

I

A mis cincuenta y nueve años

nunca me encontré con la muerte

cara a cara,

¡Toquemos madera!

.

La muerte es muy puta,

a ver, no es que yo tenga nada

contra las putas, al contrario,

soy de los que admiten que de una

forma u otra todos sobrevivimos

vendiendo el cuerpo o el alma,

aunque a la muerte esas cosas

le importan un carajo y prefiera

los pobres de solemnidad

.

Los indigentes no le plantean

problemas cuando llega la hora,

siempre están objetando

y maldiciendo su perra existencia

cuando murmuran:

-¿Qué hago ya aquí?

¡Esta vida es una mierda!

¡Para lo que valgo vivo!

.

En cambio los ricos

son más dados a no querer

abandonar el mundo,

será porque no pueden llevarse

el dinero y les jode que lo disfrute

algún que otro cabrón de la familia,

por más que los herederos finjan

en esas circunstancias la condición

de deudos afligidos

.

Yo no soy rico, pero nunca

he renegado de mi existencia,

como ateo convicto y confeso prefiero pasar

una larga temporada por aquí todavía,

no vaya a resultar ser cierto

que después de la vida sea la nada

.

( Poema inédito de mi libro: ¡DEJA QUE LA MUERTE CONCLUYA SU TRABAJO! )


Pintura de Joaquin Sorolla

I

La pasión declina fatalmente
Se rompen los relojes
en juegos de azar
y abrasan las heridas
entre nieves y luto
Ni siquiera me alivia
aventar las cenizas

Ignoro lo que busco
mirando al infinito
con los ojos vendados
o fingiendo perspectivas
bajo una tempestad
de escepticismo

Si un amor nuevo me alcanza
brotarán mis versos
con excitación contenida

II

Los últimos pétalos
del amor
yacen bajo la elipsis
de tu cuerpo

¿Aún sueñas?

Olas de sangre
rompen sobre la piel fría
quebrantándola

Y mi corazón enmudece
tras el vértigo

III

No sé como soy
A fuerza de mudarme
Tristeza que nunca
Converge con el llanto
Unas manos vacías
El sentimiento intacto
Los estragos del tiempo
Desvelan desamparo

Desconozco mi lugar
Enredado en laberintos
Impar de compañía
La culpa a la deriva
De orgasmos olvidados
Exánime en la espera
De una pasión monógama
Que jamás ha sido

Amor, aspiración sublime
Si supiera que existes
Empezaría de nuevo

IV

Ocultaré mi tristeza en un tiempo gélido
para que mi corazón no sangre

Merezco tu cobijo, que mis ojos no cieguen
y tu amor, todo ternura
la suavidad que te atestigua

Y ya no tendré miedo si te acercas

V

Me ofreces tus manos con huellas de realidad
y derramas hilos de miel sin humillarme
Mas no siento tus deseos, como si no existieses
o sintiera vergüenza de tu idioma

Y acabo refugiándome
en la lengua intangible de los indecisos

VI

Me siento feliz a tu lado
Decías mirándome a los ojos
Transfigurándote

Pasaron los años
Y el amor se hizo carne
Con alevosía

Después
Ni tan siquiera eso

VII

Creo con total certidumbre
que en el espacio flotan tus afectos
esperando reencarnarse
en otros cuerpos desnudos
con la misma frialdad

Se multiplicarán por dos, por diez,
por mil y así hasta el infinito
cayendo sin piedad sobre vírgenes amantes
y helando sus pasiones

Debemos estar prevenidos,
aunque por fortuna no habrá en el mundo
muchas mujeres como tú



Pintura de Jean Dubuffet

I

LA HORA DE LA ANGUSTIA

Debo mantener la mente fría
más allá de lo indescifrable
que puedo encontrar al otro lado de la puerta
hasta es posible que mis pasos
sigan recorriendo el círculo
pintado sobre la piedra gris de las penumbras

Es la hora de penetrar en el último laberinto
apartar con mis manos en la oscuridad
las telarañas colgadas en el mármol
y buscar la habitación
en la que alguien que aún no conozco
interpreta al piano desconocidas partituras

Dentro de la caja
en que se ofrece a la felicidad como un regalo
puedo guardar la hora de la angustia
en ampollas de cristal con dinamita

II

A UN VIEJO AMIGO

Estás entre los privilegiados, siento tu poder
arrollando sin compasión a la gente
que pasa una situación difícil,
y tu tiranía, instrumento preciso
de la que emanan oscuros presagios,
siento tu corazón en el límite, tal vez
reminiscencias de viejos traumas, del miedo
o la angustia

Tu noche será larga, recuerdo cómo eras
en aquellos tiempos, árbol humillado,
una sombra peleando por tu supervivencia
Te recuerdo un día desnudo entre las cenizas
allí donde naciste, ajeno a lo material,
fruto de tierra fértil, mirando con ansiedad
el infinito, ávido de todo lo que ahora desprecias

Espero sea sólo una situación pasajera,
que la cordura te sacuda los sentidos
y encuentres tu verdad lejos de los genitales

III

FRAGILIDAD

No debo permanecer un día más en la fragilidad
y ni siquiera recuerdo de qué huía
cuando acepté implicarme en este desorden
o sentarme a tomar el sol con los ancianos

Una mujer me cerró la puerta de su casa
sin querer escucharme
y me siento capaz de recomponer en otro lugar
las piezas desgastadas del rompecabezas

IV

PAISAJES

Hay paisajes de pueblos desocupados
de cielo a la deriva, latifundios
de ausencias en un tiempo que siente
no haber existido

Quedan las almas purgando añejas culpas
en espiral, entre la vanidad
de los amores disipados que ansían fundirse
con el crepúsculo en un atardecer perpetuo

A fuerza de apegos, he vuelto para buscar
viejos sentimientos con inútil pretensión
de impermanencia

Presagio de los años que aùn me restan
en cautividad

V

OTROS TIEMPOS

Aún sigo juntando palabras
y puedo ver arrugas en mi rostro
empiezo a inventarme los recuerdos
y debo plasmar mis pensamientos
de inmediato

Cada mañana antes de empezar a escribir
te ofrecía una rosa con el desayuno

De eso hace ya mucho tiempo


Pintura Muerte y Vida de Gustav Klimt

I

La soledad no le pidió permiso, se alojó
clandestinamente en las grietas de la vejez
y en el corazón calcificado el día en que apenas
existía ya en sí mismo

Algunos blues y otros pertrechos para una eternidad
bajo tres palmos de tierra no ahuyentaron el olor
de la ambrosía, había perdido toda su fe en lograr
acercarse a las hogueras y en perdurar

Esa misma noche, el anciano preparó las maletas
por si acaso

II

Vendrá la muerte a confundirnos con otros
no seres angustiados por las noches frías
del delirio y nos vestirán con sudarios de olas
trasparentes para ubicarnos en los vértices
de un quimérico tablero de ajedrez

Vacío de amor y tiempo el corazón maldecirá
la ausencia del afecto y la anfibología del sexo
nos hará impotentes a la excitación
peregrinando la eternidad por un abrupto
letargo de fruiciones disonantes y abstractas

III

Presiento que enterramos las viejas
canciones de amor, que el viento de la umbría
deshoja nuestro libro verso a verso
sin demorar el arribo de la muerte

Recuerdo los placeres del ensueño,
el ungüento invisible que nos salvó a veces
del naufragio sin juramentos apócrifos,
la infidelidad desprovista de estigmas,
las ascuas

Ahora, cada palabra, cada letra, vagará
por un paisaje inhóspito de algarabía,
nómadas en una selva de pájaros
que desafinan el silencio rompiendo olas
de lágrimas negras, tal vez crisálidas
a contraluz trepando la oscuridad
para ponerse a salvo de un espejismo
inútil

IV

Permanezco en silencio esperando nada
No es un poema sobre la muerte
Tampoco de erotismo
El narcisismo nunca me trasmite euforia

Mi ironía es el decorado para una película
Una maqueta
La sala de cine está vacía
Otro día que pasaré inadvertido

V

Desprovisto del erotismo
en el declive grisáceo de su existencia
un náufrago,
acróbata en ansiedades aunque proscrito
tramita posibilidades, súbitos relámpagos
supervivencias

Contumaz con su destino
comparece al regreso de la clandestinidad

Es la penúltima soflama
e injuria la obsesiva dependencia
del sexo

VI

Amé en secreto muchas veces implorando
pasiones inéditas, rompí escarchas lleno
de esperanza y encontré corazones convexos
Me negaron mujeres de sexualidad imprecisa
y abracé cuerpos desnudos con deseos ajenos,
hasta el siempre prosaico reducto de la infidelidad
alcanzó a rechazarme

Amé labios que me ocultaron la sonrisa,
a mujeres de sexo solidario inmersas en la causa
con una fe ciega y el alma empapada
Amé vírgenes aferradas al dogma de hogueras
pretéritas, a prostitutas y en verdad,
a mi mismo

Podría contar la realidad con palabras
más dulces, si no supiera que algún día
me amará sin prejuicios la muerte


PINTURA DE PHILIP SMEETON

I

DESCONFÍO DE LOS QUE SOBREVIVEN ENTRE
ARTIFICIALES LUCES DE NEÓN

Desconfío de los que acunan en sus brazos
la belleza sin atreverse a complacerla,
no son seres de otros mundos, están a nuestro
lado, por todas partes
Aseveran cerrando los ojos que la amistad,
el amor y la solidaridad no les conciernen

Hoy tienen miedo y sus propósitos son ambiguos
Mañana será demasiado tarde

II

EL MILAGRO

El infinito te espera en la carne refulgente
de las crisálidas, en gotas y gotas de desavenencia
que te vedaron la ternura y humedecieron
con tenacidad los oscuros latidos del desamparo
Tu existencia es sólo la espera de un milagro
o del penúltimo quiebro a lo irremediable,
de una Patria, de poder teñir de sutileza
el luto de todas las lágrimas

Casi no te conozco y anhelo sumergirme
en tus raíces, entre los sueños y la luz
que te marginan
Aún perteneces al mundo
y el mundo está en deuda contigo

III

UN LENGUAJE CORPORAL CARENTE DE SINTAXIS

Trepas con destreza por las escenografías
Adoptando en las cúspides una pose fingida
Un lenguaje corporal carente de sintaxis
Levitando sobre el tiempo
Que con total precisión nos describe
El libro de instrucciones del fracaso

Confusa es tu silueta obscena y arrogante
De promiscuo contorno azabache
Prieta geometría que no entiende
De abordajes ni lógica
Con verdades a medias y relojes sin horas
Que enhebras a la desnudez
Encogiendo sin pudor los hombros


ABLACIÓN

Se consuma el crimen, la mordaza ciñe
la amputada carne impúber del pretérito,
el placer proscrito y extirpado en ceremonias
salvajes e inhumanas que imponen un letal
claroscuro a la sexualidad

El disfrute se anestesia en la ceguedad
de la herrumbre, el derecho al goce se transforma
en nieve sobre los páramos del sexo, brocal
inútil que enluta la voluntad sordomuda

Tras la mirada perdida, pentagrama de tristeza
sin dicción, sólo un soplo de belleza gris
En aquel corazón arrojado al abismo perdurará
la malherida caligrafía de una mujer


LXXXI

Me reclamas
desde la oscuridad
para que me abrace
a tu isla
y hablarme de amor
sin alzar la voz

Apenas noto el sonido
de tu aliento
que se adhiere a mi piel
reclinando la cabeza
y busca admiración
en los pájaros

Yo callo mientras ardemos
y el placer dilata
los vasos sanguíneos
contagiados de una lujuria
que nos suplica
y fatiga al corazón revivido

Llueve un agua limpia
sobre las palabras
y por primera vez
no destiñen tus labios

LXXXII

Es la época del témpano
de lo individual
y negamos la existencia
a los seres que invocan
la muerte
abrazados a un mar
sin esperanza

Es la hora obscena
de la bruma que se desliza
entre monólogos de ciegos
y hasta pintamos de negro
las paredes
con la sombra inocente
de los niños

Nada está ya donde solía
y malgastamos nuestro tiempo
anestesiando los placeres

LXXXIII

Nos alcanza la locura cuando pretendemos
superar el infortunio que se yergue amenazante
tras la quimérica presencia de un milagro

Y nos conjuramos con ella
para el enésimo asalto baldío a la felicidad

LXXXIV

Sin mezclarse con los sueños
la noche se desentiende de noctámbulos
que intercambian caricias, con las manos cosidas
a unos cuerpos que declinan

Hemos resistido algunos años en una ciudad
sin poetas, pidiéndole a la vida sobrevivir a pan y agua
mientras el sanedrín de ancianos libaba
un vino caliente

Se alejan los cuerpos del sexo y queda la lealtad
a la espera de que los médicos emitan un diagnóstico
que impregne de razón la agonía infinita
de los hombres

Pero todo podría ser bastante peor,
si no pudiésemos tener a alguien que nos ame
desinteresadamente

LXXXV

Mírame
para que no cristalicen
tus lágrimas
bajo los párpados
que te ocultan de la noche
y pueda amarte
en un descampado
del invierno

Podré escuchar tus secretos
y gritar la ternura en voz baja
cuando extraigas del alma
el relente nupcial de los cuchillos

Y sepa que volverás a ser
la misma de siempre

LXXXVI

Posees la arrogante necesidad
de volver a creer en algo
ahora que por fin has entendido
mis contradicciones
y enciendes las luces de emergencia
fabricando una posdata
que te permita estimar tu vida

No será la primera vez
que me sucede
aunque nunca lo reconocería
y no me arrepiento de que coincidiéramos
plagiando a las parejas
que se enamoran en la concurrida soledad
de un andén de Metro

LXXXVII

Regresa para decirme
que sigues existiendo
aunque hayas levitado
alejando tu cuerpo
de la gravedad de la tierra
creyéndote invisible

Ahora ocupo
el espacio vacío de tu intimidad
y busco las palabras
que dejaste sembradas
para intentar comprenderte

LXXXVIII

Cuando llegue la muerte
Estaré solo
Como lo estaba cuando me tentó
Una serpiente con palabras impares
O cuando me abandonaron
Compañeros de política e insomnios
Los hijos que crié
El sentimiento y la lágrima
La perspectiva
El futuro
La fe y el diablo

Cuando llegue la muerte
Estaré solo
Si el amor no inventa un milagro
Y me alcanza

LXXXIX

Quiero pasar desapercibido
y vivir encerrado en mí mismo
que la sangre de mis heridas
gotee hacia dentro sin escandalizar

Aún así
no tardarán en gritarme desde los púlpitos
los que no soportan mi indiferencia
y exigirán que revele todos mis secretos
como si en ello les fuera la vida

Rebosa la ciudad de gente
que me desprecia sin conocerme
a la que envilece una aversión congénita

XC

Comenzamos nuestra historia amorosa
de forma vulgar, respetando los semáforos
para salir indemnes de accidentes carnales,
hasta coreamos plegarias que ahuyentaban
la libido en última instancia

Fuiste tú la que tiró la primera piedra
renegando de la virginidad, de las culpas,
rompiste las reglas fagocitando con descaro
nuestras ancestrales convicciones

Y a pesar del tiempo transcurrido
o de las largas discusiones metafísicas
que mantenemos, no está claro cual de los dos
practica antropofagia con el otro

XCI

He gastado mi tiempo
Buscando en la mujer
Claridad
Infinito
Gestación
Un cuerpo desnudo
Orillas
Estallidos
Y hallé
Un amplio espectro
De indolencia

Sólo al regreso
La diosa maya Ixmucané
Vertió fertilidad
Sobre la tierra árida
De mi ateísmo


Pintura de Francis Bacon


I

Quienes se envuelven en una sola bandera
pierden sonidos del mundo, aromas, colores
Su calor ficticio les transforma en adictos
a nacionalismos caducos, a la insolidaridad

El futuro se levantará entre seres humanos
disímiles, en la confusión de razas y lenguas

II

Hay locos
Cautivos
Huérfanos
Indigentes
Enfermos
Oprimidos

Y tiranos
Hipócritas
Cabrones
Xenófobos
Machistas
Imbéciles

No existen los dioses
Pero unos y otros
Se postran ante alguno

III

Cumplí con eficacia
Todos los objetivos
Planté muchos árboles
Escribí varios libros
Tuve hijos
Me queda cavar la tumba

Con una será suficiente

IV

Nos trae el viento un intenso olor a muerte
y millones de seres humanos son carne
de horca, vivimos entre paréntesis,
picoteando, entre barrotes que coartan
necesidades, ingenios y fantasías inútiles

En días de plomo todos los demonios
me visitan, me muevo entre hojas de tiempo
que acortan mi existencia sin llegar a poseerla,
me siento cautivo de una madurez indecente

En el entreacto, una mujer llegó a mi lado
desde la nieve y le cuesta acostumbrarse
a mi calor

V

La muerte tiene personalidad propia
Cuando te mira a los ojos, sólo permite
que contemples impotente sus rituales
Si logras burlarla, ese instante preciso
se grabará en tu memoria toda la vida

Incluso recordarás con ironía,
que el día era cálido y su célebre frialdad
una leyenda urbana